Intolerante v2.1

domingo, noviembre 09, 2003

Alegría ajena

El viernes en la facultad me encontré con un compañero con el que había hecho muy buena relación alla por el año '99. Hacía 4 años que no lo veía ni manteía contacto con él. Al encontrarlo a la salida, nos quedamos hablando un rato y me dice que se iba volando para ir a buscar a la novia que había quedado en ir a cenar, a lo cual me dice de acompañarlos. Por supuesto que le dije que estaba loco, que iba a hacer yo con la novia, iba a estar mas colgado que Chacho Alvarez en la Cepal; pero igual, me seguía insistiendo, y yo ponía excusas tontas del tipo "pero después me tengo que volver a mi casa en bondi re tarde" a lo que me contestaba que me llevaba con el auto, en fin, me insistió tanto que me parecía de muy mal gusto seguir negándome, a lo que no me quedo otra que decir que sí (parezco una mina)
En el trayecto hacia la casa de su novia me dice que seguía saliendo con Mariela, lo cual mi sorpresa fue grande. Mariela fue una compañera nuestra en el momento que cursamos juntos, lo cual Martín, estaba terriblemente enganchado con la chica esa, por un cuatrimestre lo tuve que soportar con "ayyy Mariela, que linda que es, que inalcanzable"
En cierto momento de ese cuatrimestre, me tenía tan pero tan podrido que le dije que dejara el asunto en mis manos, y que en un mes iba a ganarse a Mariela.
Así un tiempo acercándome a Mariela, tratando de estudiarla, para ver que hacer y sacarme al clavo de Martín de encima. Al cabo de 20 días le dije que como pensaba que era y como tendría que hacer para ganarsela, y habiamos ideado todo un plan macabro.
Finalmente sé que Martín y Mariela habían arreglado su primer salida para finales de ese cuatrimestre, pero supe que no había pasado nada, luego me internaron y por unas semanas había dejado de ir a la facultad, y con eso vinieron materias nuevas y no volví a ver nunca mas a Martín y Mariela, y fue raro no habermelos cruzado jamás por algún pasillo, y yo nunca lo llamé para saber como había seguido la historia, porque supe que sabía que había estado internado y jamás se calentó en saber como estaba, lo cual me molestó un poco para ese momento, y así sin saber nada de él hasta el viernes pasado.
Cuando vamos a buscar a la chica esta, me mira con cara extraña, luego me conoce, y vino toda la bola esa de recordar tiempos pasados, que yo los había juntado a ellos y puro bla bla. Fuimos a cenar a un resto muy lindo ahí por Las Cañitas, la verdad que lo pasé muy bien, me hicieron sentir cómodo dentro de la incomodidad de la situación.
Al llegar a casa, me acosté con una linda sensación, de saber que con mi pequeño granito de arena pude cambiar el destino de dos personas, y hoy estaban felices juntos, me hizo sentir bien conmigo mismo.
Pero como soy un quejoso por naturaleza, por el otro lado me surgió que yo soy un boludo, siempre estoy ayudando a los demás, siempre alegrándome de la alegría ajena. ¿cuando me voy a alegrar por mí mismo? En fin, si me acostaba solo con lo bueno, dejaría de ser yo, por eso le tengo que buscar la quinta pata al gato.


# Escrito por Clarkson @ 01:50

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