Hoy sí que fue un mal día, sin haber podido dormir a la noche, levantandome a las 6.30 para ir al gimnasio, luego al trabajo, luego a casa, luego a la facultad 4 horas y recién ahora poder sentarnos tranquilos yo y mi mal humor.
Si bien todos mis días son similares, hoy hice todo sin ganas y con una cara de culo terrible. En el gimnasio haciendo cualquier cosa, en el trabajo sin ganas de hacer nada. En la facultad falta un profesor, lo cual me voy al bar de la otra cuadra a analizar el comportamiento de los vendedores callejeros que será motivo de otro post y cumpliendo luego la manía de revisar los mails hasta que se cumplieran las dos horas de la otra materia.
Por suerte 20.30 nos largan a todos y al subir al colectivo para volver a casa, tuve la suerte de que me tocara viajar con él... si él, el único colectivero de Buenos Aires que hace su trabajo con alegría.
La verdad que en esos 50 minutos de viaje, anduve con una sonrisa, viendo como en los semáforos se ponía a charlar de mujeres con los colectiveros colegas, como tarareaba los temas de la radio y como saludaba a cada pasajero al momento de subir al colectivo. ¿Que colectivero te saluda con un buenas noches? Por ese ratito me olvide de mi mal humor y del día de mierda.
Que bueno alegrarse por pelotudeces ajenas.
# Escrito por Clarkson @ 22:51